Erase una vez una niña llamada Carlota que vivía en un pequeño pueblecito a las afueras, cerca de las montañas. Vivía con sus padres, en una casa vieja y en invierno hacía mucho frío. A veces iba a comprar a la ciudad más próxima, donde no habitaba mucha gente. La ciudad se llamaba Stoneville.
En esa ciudad ocurrían cosas muy extrañas. Cuando llegaba el anochecer, todos los ciudadanos se convertían en zombies y a la mañana siguiente todo seguía igual y nadie se acordaba de nada. (Un hecho un tanto extraño, ¿no crees?).
Una tarde su madre la envió a comprar patatas en la ciudad de Stoneville. Por el camino se entretuvo y empezó a oscurecer. Cuando llegó a la ciudad, oyó unos ruídos extraños y se escondió detrás de una fuente. Le entró sed y bebió agua de la fuente.
Empezaron a venir zombies hacia ella y entonces Carlota, empezó a tirarles agua. Milagrosamente, el agua les devolvía su estado normal y como todos se le acercaban, se iban mojando y se recuperaban.
Nadie se acordaba de lo que había ocurrido , pero Carlota sí que se acordaba de todo lo que sucedió. Y todo volvió a la normalidad y Carlota siguió con su vida.
Y colorín colorado, este microrelato nos ha entretenido un rato.
Alex Checa Llamosí
*Conte premiat en el III Concurs de microrelats de terror 2012, organitzat per la biblioteca amb el suport dels departaments de Català, Castellà i Llengües estrangeres de l'Institut Cristòfol Despuig.
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