Bañera, momia, fantasmas...
Me desperté sobresaltada por una pesadilla. Me incorporé de la cama, cogí el móvil y vi que tenía dos llamadas perdidas de mi mejor amiga. La llamé para saber qué ocurría y cuando cogió la llamada, después de TRES pitidos, me contó atropelladamente que había soñado con tres elementos, y en ese momento se me erizó todo el vello. Seguidamente, le pregunté, muy seria, si esos elementos eran: una bañera, una momia y fantasmas. Silencio. Cuando se repuso del susto, me dijo que así era.
Ahora estamos aquí, junto a las demás, disfrazadas de vampiras, en la fiesta que ha organizado uno de nuestros amigos, ya que hoy es Halloween. Las demás no saben nada de lo ocurrido y nosotras hacemos como si no hubiera pasado nada.
Tocan las campanas, las TRES en punto de la mañana, y en ese preciso instante se me revuelven las entrañas y al mirar hacia donde está mi amiga, las dos sabemos que algo pasa, pero seguimos bailando, con las copas en alto, mientras me da mil vueltas la cabeza.
En un momento dado, en la fiesta parece que fantasmas vuelan a nuestro alrededor, pero pensamos que solo eran los demás disfrazados... Pensamos.
Ella y yo nos hemos cogido de la mano y estamos subiendo las escaleras de dos en dos, sin saber por qué, mientras esquivamos almas sin vida que se cruzan en nuestro camino. Miramos hacia arriba y vemos una momia horrenda de unos enormes ojos encharcados en sangre y perdemos por absoluto el control de nuestros cuerpos; nuestros ojos se tornan rojos y no podemos apartar nuestras miradas de él, solo subimos lentamente las escaleras.
Cuando llegamos a lo alto, ya no está. Volvemos a ser nosotras, nos miramos y cogidas de la mano nos dirigimos al baño. Es tenebroso, y cuando aparto las cortinas de la bañera, que curiosamente estaba llena de lo que suponemos que es agua, alguien nos empuja y caemos de bruces. Pero ya no siento la mano de mi amiga y tampoco que esté en una bañera, sino en un lago frío y oscuro, muy oscuro.
Siento que no hay salida, pero haga lo que haga no merece la pena, porque ya he muerto.
Patricia Beatriz Ordean
Institut Cristòfol Despuig, Tortosa
*Conte premiat en la categoria de secundària en el X Concurs de microrelats de terror 2019, organitzat per la biblioteca de l'Institut Cristòfol Despuig.
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