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5 de juny del 2018

Premis les millors faules de l'homenatge a Monterroso


Dijous 24 de maig, en el transcurs de la gala del concurs d’interpretació de cançons en català Canta-la que es va celebrar al Teatre Auditori Felip Pedrell, es van donar els premis a les millors faules redactades per tot l'alumnat de l'institut en l'homenatge a l'escriptor Augusto Monterroso que aquest curs ha organitzat el departament de Castellà.

Els alumnes premiats van ser els següents:

1r ESO: «A todos les gusta morir», d'Ainhara Gamundi.

2n ESO: «El gato y el ratón», d'Isaac Talarn.

3r ESO: «El ego del Gran Pino», de Maria Subirats.

4t ESO: «La estrellita», d'Andrea Sánchez.

BATXILLERAT: «Un sueño imposible», d'Esha Chaudry.


Una còpia de tots les faules han estat exposades al vestíbul de l'institut.






També podeu llegir totes les faules en aquesta publicació digital a Issuu.



4 de juny del 2018

El gato y el ratón



Había una vez unos gatos que no respetaban a los ratones, primero por su forma de ser y segundo porque eran pequeños.

Un día un ratón estaba siendo acosado por dos gatos, pero de pronto apareció un gato furioso y diciendo que dejaran en paz al ratón.

El ratón le agradeció mucho al gato que lo hubiera salvado, pero no sabía exactamente por qué lo había hecho, y el gato le dijo que los demás no le tenían respeto por ser de otra raza.

El ratón y el gato se hicieron amigos para siempre.

MORALEJA: Toda persona merece respeto sin importar su raza, ideología, creencias o nacionalidad.


Isaac Talarn 

Premi de la categoria de 2n d'ESO en el concurs de microrelats en homenatge a Monterroso.

El ego del Gran Pino



Las poderosas raíces del Gran Pino hacían que éste fuese majestuoso y reluciente. Cuando llovía, se veía aún mejor.

Aun así, hubo una época en que, después de lluvias torrenciales que habían destruido parte de la flora del bosque, se hizo la sequía. El Gran Pino no padeció mucho de agua porque sus raíces podían llegar hasta la que se encontraba más escondida. Sin embargo, las setas no tenían esa comida, y un día, le pidieron al Pino que les trajera un poco de agua. Inmediatamente éste se rio a carcajadas. “Serán miserables. Pedirme comida a mí, al Gran Pino”, pensaba desde las alturas. Y con esto, las setas se pusieron enfermas.

Al tiempo, empezó a llover de nuevo, pero el Gran Pino se empezó a poner malo. Sus hojas verdes pasaron a ser amarillas. Eran sus raíces: ya no podían coger comida de la tierra. Avergonzado, tuvo que pedir ayuda a las setas. Pensó que se reirían, como él les hizo a ella, pero no fue así.

Las setas, con su mejor sonrisa, le proporcionaron comida. Fue en ese momento cuando se dio cuenta de que su ego no le servía de nada, porque en el bosque, todos eran necesarios.


Maria Subirats Múria

Premi de la categoria de 3r d'ESO en el concurs de microrelats en homenatge a Monterroso.



3 de juny del 2018

La estrellita



Érase una vez una estrellita que estaba triste. Cada noche veía pasar a miles de estrellas fugaces. Ellas estaban felices, podían moverse, hacían carreras y saludaban a los planetas cada vez que pasaban por su órbita. Estrellita lloraba cada noche porque quería ser como las demás, estaba sola y nunca había experimentado la sensación de correr por el espacio. Las otras estrellas se burlaban de ella y eso hacía que se sintiera peor. Siempre se había preguntado por qué le tocaba ser diferente. Aquella noche se fue a dormir imaginándose a qué sabía la Luna, a qué olía Neptuno y de qué forma giraban los anillos de Saturno. A la mañana siguiente, se sentía más grande, sus lágrimas le habían convertido en la mayor estrella del Sistema Solar. Nunca más se volvieron a reír de ella porque la antes conocida ‘Estrellita’ ahora se había convertido en el enorme y magnífico ‘Sol’.


Andrea Sánchez

Premi de la categoria de 4t d'ESO en el concurs de microrelats en homenatge a Monterroso.

Un sueño imposible



Hace mucho tiempo, en un bosque muy lejano, vivía un pájaro, cuyo sueño era alcanzar la luna. Su deseo era tan inmenso, que cada noche practicaba distintas estrategias para realizar su sueño y poder acceder en el mundo fantástico, del cual tanto hablaba su abuelo. Pero, cada madrugada llevaba con sigo una nueva decepción, que lo iba degradando, a medida que iba viendo como sus sueños se rompían ante sus ojos.

Su condición empeoro tanto, que su abuelo decidió visitarlo personalmente. Al llegar, vio como su nieto se esforzaba para conseguir un sueño imposible, que se había convertido en su único objetivo en la vida. Después de haberlo observado durante varios días, le dirigió estas palabras.

Abuelo: Hijo, ¿qué es lo que no puedo ver yo en aquella esfera iluminante, que tú puedes ver?

Nieto: Su luz, su luz es el motivo de mi obsesión y es la pasión que me impulsa a continuar el camino, donde nadie puede permanecer.

Abuelo: Es evidente que todos tenemos deseos y sueños que queremos hacer realidad, pero todo tiene un límite y un fin, controlado por la naturaleza, a la cual no podemos contradecir. Tenemos toda la capacidad necesaria para esforzarnos y modificarnos, pero realmente, ¿hasta qué límite podemos llegar? o ¿no hay límite?. No es cosa de extrañar que cuando uno no puede caminar desea caminar, pero cuando lo consigue, quiere correr y cuando alcanza esto, quiere volar. De manera, que nunca podemos estar contentos con nosotros mismos, por eso a veces es mejor buscar la paz interior que la exterior, ya que con el tiempo las cosas que más amamos también pierden valor.


Esha Chaudhry 

Premi de la categoria de batxillerat en el concurs de microrelats en homenatge a Monterroso.